Mans de Sant

Cuidar el cuerpo con ejercicio físico

Hay épocas del año, y después del verano es una, en la cual muchas personas toman conciencia de la necesidad de ponerse un poco en forma y pasar a hacer una vida más saludable, lejos de los excesos habituales de las vacaciones. También el hecho que en verano se relajan las costumbres y, mucha gente coge algunos kilos de más, es el detonante para decantarse para cuidarse en muchos sentidos, haciendo ejercicio y apostando por una alimentación más sana.

Uno de los motivos por los cuales es aconsejable hacer ejercicio y ponerse en forma es que, con estas actividades, el cuerpo se estabiliza y se tonifica. Permite reducir algunos posibles males y prevenir otros. Puede colaborar al disminuir el riesgo de la diabetes, regula la tensión arterial, reduce la osteoporosis, refuerza nuestros huesos y también es bueno para combatir

el estreñimiento. Además, ayuda a mitigar el estrés, nos mejora el estado de ánimo y puede ayudar en las personas que sufren ansiedad. Hacer deporte, en muchos casos, puede ser un remedio ante todo esto.

Muchas de las enfermedades del coro tienen una relación muy directa con la vida sedentaria de las personas. La carencia de ejercicio puede incidir decisivamente en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y metabólicas y, por lo tanto, ponerse en forma es un motivo bastante importante y una determinación que a la larga resulta ser muy positiva. Además, nos ayuda a mantener la mente tranquila y en calma. Otra circunstancia que hay que destacar es que también favorece a nuestro sistema nervioso.

Uno de los aspectos que hay que recordar es que el ejercicio contribuye a atenuar el cansancio. Aunque pueda parecer una contradicción, la realidad es que mientras nos ejercitamos, nuestra mente desconecta de las tensiones diarias y de los problemas y, una buena ejecución, ayuda a combatir el cansancio. Para mucha gente, el hecho de ir un rato al gimnasio o ir a correr, supone una liberación después de una dura jornada de trabajo.

El ejercicio puede actuar sobre nosotros como bálsamo y anular la fatiga. Nos aporta energía y nos permite ir aumentando nuestra resistencia, fortaleciendo el coro y también incrementando el nivel de endorfinas, que son algunas de las sustancias, elaboradas por el mismo cuerpo, que ayudan en nuestro bienestar y que también son activas en la hora de combatir el dolor.

Mientras se corre por la cinta o se hacen ejercicios con los pesos, hay que estar concentrados y, por lo tanto, la mente se concentra en el que toca y las problemáticas que genera la misma vida quedan aparcadas por unos momentos. El ejercicio fomenta el crecimiento neuronal y el trabajo que se hace en estas circunstancias también resultan ser positivas en el futuro.

Tenemos que tener presente que el ejercicio que realizamos cuando nos proponemos ponernos en forma es una acción que favorece quemar la grasa de nuestro cuerpo y, por lo tanto, es beneficioso de cara a nuestro metabolismo, por el hecho que nos permite también continuar quemándolas cuando no estamos haciendo ejercicio.

Una mejora que se experimenta con el ejercicio regular es el de la fortaleza funcional, es decir, la que permite afrontar algunas actividades ordinarias y a las que no damos importancia, sin ningún tipo de dificultad, como pueden ser recoger un objeto que nos ha caído al suelo o a otros tan rutinarios levantarnos de una silla.

Otras motivaciones que nos pueden convencer de cara a iniciar una etapa nueva, haciendo ejercicio con el reto de ponernos en forma es que es una actividad que puede incidir en los noes- tres movimientos. Tener una flexibilidad ideal, especialmente cuando vayamos coleccionando años, es un buen antí- dote para huir del agarrotamiento de las articulaciones y, además, contribuye también de cara a disminuir las posibilidades de la aparición de dolores o inflamaciones que podemos asociar a algunos trastornos como pueden ser la artritis.

Según los expertos, la costumbre de hacer ejercicio de manera constante también puede favorecer todo el que rodea el sueño. Nos ayuda a dormir mejor y a hacerlo más rápidamente y huyendo del insomnio, y también nos puede posibilitar el hecho de dormir las horas que más nos corresponden.

Otros motivos que señalan los expertos cuando se aconseja cumplir actividades físicas es que las personas activas viven más años que las personas inactivas. Estar en forma en este apartado nos permite tener más autonomía para hacer las tareas de la vida diaria y fomenta una mejor capacidad para enfrentarse a los retos cotidianos.

Y un componente que puede ir relacionado con el deporte o la actividad física es el de las posibles relaciones sociales que se van estableciendo. Practicar un deporte de equipo, por ejemplo, o unas clases en grupo, nos pueden imbuir de valores positivos, como pueden ser la constancia, la cooperación o el afán de superación.

No hay que abusar y, si no estamos mucho acostumbrados a una actividad o ejercicio físico muy regular, es importante asesorarnos con profesionales.

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