Cuando ya tenemos clara la decisión de empezar a ponernos en forma no es nada extraño que nos aparezca la disyuntiva de si ir al gimnasio por nuestra cuenta o apuntarse a clases en grupo o actividades dirigidas. La gran mayoría de centros, gimnasios y clubes acostumbran a ofrecer para su clientela clases en grupos, en las cuales se pueden reunir un número concreto de personas y que hacen ejercicios determinados, según la disciplina que se escoja, bajo la supervisión y dirección de un entrenador profesional, un instructor que sabrá conducir a la gente para ir progresando y mejorando, y que también puede ayudar a rectificar y a corregir los errores que se puedan hacer. Son entrenamientos de disciplinas que pueden necesitar este impulso por parte de una persona que guía al grupo. En caso de duda, aconsejamos consultar un fisioterapeuta. A Mans de Sant, el centro de fisioterapia de Sant Cugat, podemos asesorar todo el mundo que lo necesite.
Uno de las ventajas evidentes de los ejercicios en grupo es que pueden dirigirse incluso a principiantes, a personas que se inician y que no conocen algunos principios básicos en la hora de trabajar su cuerpo físicamente. Solo hay que saber adecuarse al ritmo que más conviene y no forzar en ningún caso la marcha. Cada persona puede necesitar su tiempo y el monitor se encargará que esto no interfiera en la buena marcha de las clases.
Entrenador preparado
La actuación del entrenador, que está plenamente preparado para llevar a cabo las clases en grupo, también es la de supervisar qué programación de ejercicios es la más idónea y también procurará que la correcta ejecución de estos ejercicios que se han diseñado, para prevenir posibles lesiones como roturas o esguinces.
La exigencia del monitor, que irá en consonancia con las posibilidades y necesidades de cada cual, permitirá que se mantenga una constancia y que la intensidad de los entrenamientos sea la más apropiada.
Prepararse con un grupo, además, puede suponer una estimulación y un afán de superación. Viendo como trabajan los otros compañeros de la clase, nos pueden motivar para llegar a su rendimiento y nos podemos esforzar para mejorar.
Tenemos que saber elegir cuáles son los programas de entrenamiento que nos convienen más o los que se avienen más con nuestras características físicas. En este sentido, el entrenador nos puede aconsejar y nos puede dirigir para encontrar las opciones que más nos pueden beneficiar. Según qué técnica, podremos trabajar más bien y nos sentiremos más realizados. Una actividad que no nos vaya bien puede llevarnos a la frustración y, más tarde, al abandono de toda actividad física.
Aunque tengamos ciertos conocimientos sobre deportes o la actividad física, las clases grupales siempre nos ayudarán a ampliar el conjunto de ejercicios estándares por aprender movimientos y rutinas nuevos, e instruirnos en el que no conocíamos con anterioridad.
Por la otra banda, también hay personas que prefieren no integrarse en grupos o clases grupales y prefieren hacer sus actividades físicas por su cuenta o, también, elegir una tercera vía, que son las clases particulares con un entrenador personal.
Un aspecto a tener presente en cuanto a las clases de grupo es que están programadas en días y horas específicos, de forma que siempre hay que adaptarse al horario ya estipulado por parte del club, el centro o el gimnasio. La ventaja de ejercitarse en solitario es precisamente este, que podemos ir a la hora que más nos conviene o a la que podamos.
Limitación de horario
Es evidente que contratar a un entrenador personal también supone una limitación de horario, pero en este caso, podemos elegir el que más nos convenga. También es cierto que se trata de una actividad más cara respecto a las clases en grupo, puesto que permite disponer de un entrenador en exclusiva mientras que, a las clases en grupo, el coste se reparte. Entrenarse en solitario y por nuestra cuenta, es la opción más asequible económicamente, puesto que solo cuesta la cuota mensual que pagamos al gimnasio y, obviamente la equipación.
Fent exercici a Sant Cugat 
