La fascitis plantar es una de las lesiones más comunes en el mundo del deporte, especialmente en los deportes en que hay que correr. Esta afección provoca una inflamación que empieza en la zona del talón y que puede llegar hasta la parte inferior de los dedos. Las molestias a los talones pueden ser notables, son frecuentes en los deportistas de élite y en personas de media edad. Hace falta un tratamiento de fisioterapia de la fascitis plantar.
Los principales síntomas suelen aparecer al despertarse, al andar descalzos o con un calzado
determinado, o durante la práctica deportiva. Las causas pueden ser múltiples: utilizar un calzado inadecuado, una mala gestión de las cargas, el tipo de pisada, cambios en el peso corporal, lesiones pasadas mal curadas que generen cambios en la biomecánica de la pisada…
En el tratamiento de esta lesión entra la fisioterapia como gran protagonista. Una de las mejores
maneras de curar la fascitis plantar es hacer un tratamiento integral de fisioterapia en que se aplican diferentes técnicas que tienen como principal objetivo reducir el dolor del paciente, restaurar el rango de movimiento del pie y tobillo, mejorar la flexibilidad, revisar la manera de andar o correr, y establecer un plan de entrenamientos para hacer a casa.
Una de las técnicas más innovadoras es el tratamiento con ondas de choque, que resulta muy efectivo para aquellas personas que tienen fasciitis crónica. La pauta de ejercicios tiene que ser adaptada a cada individuo y el fisioterapeuta se encarga de valorar la necesidad de derivación al podólogo o, en caso de necesidad, al profesional médico.
El uso de ortesis personalizadas de podología o la necesidad de visitar un médico pueden ser opciones de interés. En casos en que el tratamiento conservador de fisioterapia y podología no tiene éxito, el tratamiento quirúrgico puede ser una opción a valorar. Justo es decir, pero, que la fisioterapia no es el único tratamiento disponible para esta afección. Si es muy grave, puede ser necesario hacer un tratamiento quirúrgico.
El dolor provocado por la fascitis desaparece completamente en la mayoría de casos, de manera muy lenta y progresiva, en un periodo de entre 12 y 24 meses, si el tratamiento se hace correctamente y la afección se detecta pronto. A pesar de que hay unos ejercicios sencillos ya establecidos, como los mencionados antes, cada persona tiene una situación diferente y, por lo tanto, el fisioterapeuta se adaptará según la situación, puesto que no tiene que hacer el mismo tratamiento una persona que tenga la afección a causa de sobrepeso que la que la tenga a causa de apoyar mal el pie mientras ejecuta alguna actividad deportiva en que los pies sufren mucho, como lo running.
